Es más difícil observarnos y juzgarnos con objetividad y sin perjudicarnos a nosotros mismos que a los demás. Desconocemos el origen de un pensamiento concreto, pero habitualmente en cuanto pensamos algo creemos que es verdad, no lo ponemos en duda ni juzgamos y lo defendemos ante nosotros mismos y ante terceros. Vamos tan deprisa que no tenemos tiempo de observar y valorar por qué pensamos algo, qué razonamiento hemos seguido para llegar a esa conclusión.
Todos cometemos errores cognitivos en nuestra manera de pensar, hemos desarrollado desde la infancia unas creencias que podemos considerar objetivas pero que pueden estar distorsionadas por esos errores cognitivos de base.
Una tarea importante y fundamental para llegar a conocernos a nosotros mismos es pararnos a observar nuestros pensamientos y analizarlos y descubrir qué errores cognitivos puede haber en su origen.
PsicoActive