El control emocional es algo que cuanto más se practica más se domina; es muy fácil dejarse llevar por las emociones y explotar con impulsos descontrolados y herir a los demás, lo difícil es identificar las emociones que subyacen a la irritabilidad, el enfado, la tristeza y de esa manera dirigir nuestro estado de ánimo mediante la reflexión antes de la acción.